Educador/a en centros penitenciarios

El objetivo principal del educador/a social en centros penitenciarios es acompañar y asesorar a los/as internos/as y facilitarles su vida en la cárcel, así como el paso a la vida en libertad. Es una de las figuras más cercanas a los reclusos y su trabajo disminuye las consecuencias negativas de estar en prisión, favoreciendo la conversión de estos espacios en lugares de convivencia y apostando por instaurar valores como la confianza y el respeto.

• Entrevistar al interno.
• Dar a conocer el funcionamiento y las características del centro.
• Encargarse de la organización de actividades de los presos para que ocupen su tiempo en tareas didácticas y reconfortantes.
• Coordinar actuaciones en torno a situaciones de riesgo valorando el conflicto como necesario para la mejora.
• Cumplimentar informes sobre la propuesta de planificación educativa.
• Comunicarse de manera continua con los presos.
• Informar de comportamientos o conductas inadmisibles.
• Acudir a las reuniones con cargos superiores del centro penitenciario para dar cuenta del estado de los internos con los que trabaja e informar sobre su evolución.
• Desarrollar actitudes positivas respecto a la inclusión educativa y social de la población reclusa.
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• Habilidades comunicativas.
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• Empatía.
• Adaptación a un entorno exigente y a trabajar bajo presión.
• Pensamiento analítico y crítico.
• Capacidad de análisis y evaluación.
• Trabajo en equipo.
• Resolución de conflictos y mediación.
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• Para acceder al puesto deeducador de prisiones, es necesario superar el proceso de oposición de Ayudante en Instituciones Penitenciarias y optar al concurso
• Titulaciones: Educación social, Trabajo social, Psicología, etc.
• Formación de alto nivel y formación continua.
• Idiomas.